miércoles, 25 de febrero de 2009

Al terminar el Día . . .


Súplica al Santísimo Señor de las Misericordias.

Gracias, Señor, por todo cuanto me distes en este día que termina. Gracias por los días de sol y los nublados y tristes; por las tardes tranquilas y las noches oscuras.

Gracias por la salud y la enfermedad; Por las penas y las alegrías. Gracias por todo lo que me prestaste y luego me pediste. Gracias, Señor, por la sonrisa amable y por la mano amiga, por el amor y por todo lo hermoso y dulce; por las flores y las estrellas; por la existencia de los niños y de las almas buenas. Gracias por la soledad, por el trabajo y por las inquietudes; por las dificultades y las lágrimas; por lo que me acercó a Tí. Gracias por Tu Presencia en el Sagrario y por la Gracia de Tus Sacramentos. Gracias por haberme conservado la vida y por haberme dado techo, abrigo y sustento. Amén.

(Para fomentar devoción a La Divina Misericordia, distribuya ésta oración)